Ayer
finalizó la feria VIV America Latina, feria de equipamiento ganadero y avícola
y productos veterinarios, que se celebra cada dos años en Guadalajara, Mexico.
Todavía no hay datos de esta edición, pero en cuanto los tenga los colgaré como
comentario en este post.
Las ferias VIV se organizan en todo el mundo: hay una en Rusia, otra en China, otra
en Tailandia, otra en la India y ésta de la que hablamos, que es la última que
se ha añadido al grupo, que se celebra en Mexico.
© lalavanderia - Fotolia.com |
Todo empezó con una feria en
Utrecht, VIV Europe, conocida en el sector en España como “la VIV”. Esta feria,
ya de mucha tradición, empezó a crecer y a crecer y a partir de ahí se montó
VIV Asia, que se celebra en Bangkok, y que es una cita muy establecida en el
calendario del sector. Más adelante llegaron VIV China, VIV Russia y VIV
America Latina y VIV India, que más o menos cristalizaron a la vez. VIV Europe
tiene ahora una posición delicada, pero ya hablaremos de este tema en otro
post.
No todo
han sido éxitos, ha habido también “experimentos” que no resultaron, como VIV
Irán, IPE India (Hyderabad), un pabellón en Sudáfrica…
No son
éstas las únicas ferias que han exportado su marca, también podemos hablar en
el sector de la alimentación de Alimentaria (feria central en Barcelona, con
“satélites” en Portugal y Mexico), en el sector de la construcción de Batimat
(feria central en París, “satélites” en Marruecos y Brasil). El caso singular
de VIV es que actualmente los “satélites” tienen más fuerza para algunas
empresas que la feria central, pero éste es un tema del que hablaremos más
adelante, junto con Eurotier.
¿Por
qué hay ferias que se exportan y otras que no lo hacen? ¿Cuáles son las
ventajas e inconvenientes de exportar una feria?
Ventajas
Desventajas
También
hay algunas muy claras. Al “exportar” la marca recibirás menos visitantes de
una zona en tu feria central, pues ya tienen una en su propio país. No tengo
datos, pero me imagino (por lógica) que el número de visitantes compradores
marroquíes a la feria Batimat de París ha disminuido, pues ya tienen una feria
en su país del mismo sector. Otra desventaja: si la feria satélite sale mal
puede empañar la imagen de la feria central, por lo que los organizadores se lo
piensan muchísimo antes de sacar un satélite. Otro tema también muy importante
y no tan obvio en las ferias profesionales son los visitantes. La feria central
tiene la base de datos de los expositores, pero no tiene una base de datos exhaustiva
de profesionales del sector en el país satélite, por ello, la mayoría de los
satélites se lanzan con un socio local, que pueda aportar conocimientos y base
de datos de visitantes profesionales.
Conclusión
¿Cuál
es mi opinión sobre las ferias exportadas? En principio, creo que puede
funcionar en ferias de sectores amplios, aquéllas que se concentran en nichos
de mercado tendrán más dificultades para atraer un número de visitantes
aceptable en un país en desarrollo (una de las cosas que ha hecho VIV es
ampliar el espectro de empresas expositoras y también acoge al sector de
procesamiento cárnico, por ello su lema es “From feed to meat”). También
funcionan mejor en ferias que tienen lugar una vez cada dos, tres años que
aquéllas que tienen lugar todos los años, pues no das tiempo a la empresa
expositora a mostrar novedades si le dejas sólo seis meses entre encuentro y
encuentro.
¿Y
vosotros? ¿Cuál es vuestra opinión?
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